5 Necesidades de la mujer

por Pedro Rufián Mesa

Un anuncio en el periódico decía:<<Necesito una mujer buena, limpia y ordenada que sepa guisar bien el pescado, que sepa coser y posea un buen barco de pesca a motor.  Por favor enviar foto del barco>>

¿Cómo mantener el matrimonio después de las primeras llamas de la infatuación. Confío que este artículo enriquezca vuestros matrimonios, y que sea también beneficioso para los jóvenes.

En Génesis 1:31 Dios dice que todo cuanto hizo era bueno.  Eva formaba una bella pareja con el hombre y servía como una maravillosa compañera para Adán.  Apareció como un regalo de Dios en la vida de Adán, como algo que necesitaba desesperadamente.  El trató de buscar compañía de los animales y no pudo encontrar ninguno para satisfacer sus necesidades de comunicación y compañerismo.

A pesar de que Eva fue creada físicamente perfecta por Dios, Él la dejó con necesidades emocionales que solo su marido podría satisfacer. Podríamos definirlas como deseos intensos, ansias ilusionadas y aspiraciones, Dios dio a Adán la habilidad y la capacidad para satisfacerlas.

Podemos ilustrar esas necesidades con este ejemplo: Imagina que entras en un concesionario de automóviles y compras un coche nuevo que está en la exposición.  Haces una prueba de dirección y constatas que funciona magníficamente.  Es un buen auto pero cuando vas a mirar los accesorios descubres que la mayoría de ellos faltan, tales como, aire acondicionado, el reloj, el radio etc.  La casa dejó así el coche para que lo termines de acondicionar

Así dejó Dios a Eva cuando la creó.  Dejó a propósito algunas cosas incompletas, esto también aconteció con Adán, pero ahora estamos hablando de Eva.  Existían ciertas cosas que ella necesitaba de su marido.  Podía vivir así, pero necesitaba de algo adicional de Adán para conseguir los resultados finales.  Le ayudarían a darle una vida enriquecida, estimulo y ánimo.  Dios dejó a Eva con ciertos aspectos de su ser incompletos para que fuesen completados.

Deseo decir que este conocimiento no solo será útil para los hombres casados, sino que debe ser utilizado por todos los hombres y su relación con las mujeres, especialmente para aquellos que tienen hijas.  Ya que si estas necesidades no son satisfechas en el seno familiar, las hijas van a sufrir los efectos en sus posibilidades e ilusiones afectando sus matrimonios y sus vidas.

Estas necesidades se complementan unas a otras. Al conocerlas conoceremos mejor porque las mujeres razonan y actúan en la forma en que lo hacen.

Tenemos la opinión de Dios sobre el papel desempeñado por la mujer en Génesis 1:26-27:”Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó’”. Notaste que la orden para tener dominio sobre la tierra no fue dada solo a Adán, fue dada también a Eva, su compañera y ayudadora, fue dada a la raza humana.  Esto nos ayuda a ver la importancia que la función de la mujer tiene en la opinión de Dios.  Dios quería que Adán entendiese que necesitaba a su mujer, más para inspirarla y motivarla existían ciertas cosas que Adán debería de hacer.

Ya estemos casados o solteros, o seamos padres de hijas existen cosas que debemos hacer para complementar y ayudar la vida de las mujeres.  Las lágrimas, la frustración y el dolor en la mujer son frecuentemente la consecuencia de no estar llenando esas necesidades.  Aprender estas cosas nos ayudará a todos los hombres en nuestras relaciones con el otro sexo «NO SEXO OPUESTO».

En I Pedro. 3:7 se nos dice que las mujeres “son coherederas de la vida”, la misma herencia espera para mujeres y hombres. Necesitamos conocer las perspectivas de Dios para que hagamos todo lo posible por suplir esas necesidades en la vida de la mujer.

En Efesios 5:25 “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. Se nos amonesta a los esposos a amar a nuestras esposas así como Cristo amó a Su Iglesia.  Simbólicamente Cristo va a casarse con una mujer. Dios nos ordena a los hombres 3 veces que amemos a nuestras esposas, en este breve pasaje de Efesios. Las 5 necesidades siguientes que el hombre deber suplir, creo que son fundamentales a la hora de mostrar en formas prácticas el amor por su esposa. 

1ª) La del aprecio  El hombre debe satisfacer en todo lo posible los sentimientos y bienestar de la mujer.  Dar a la esposa el mismo valor e importancia como ser humano que él.  A los ojos de Dios no hay diferencia entre hombre y mujer.  Somos todos uno en Cristo.

¿Cómo fue la relación de Cristo con las mujeres cuando Él estuvo en al tierra?  Hay bastante información referente a su relación con ellas, a la honra y el aprecio que Él expresó. 

Apreciar significa tratar a una mujer con cortesía y buena educación desempeñando el papel de caballero responsable y noble en toda situación.  Quizás mostramos aprecio, ¿pero lo estamos haciendo en la forma que ellas desean?  Eso significa que ella no debe de ser ignorada o dejada fuera de las conversaciones con la excusa de que sus intereses personales son diferentes.  Tenemos que  percibir sus necesidades y apreciarlas aunque sean diferentes de las nuestras.

Jesús nos dio el ejemplo, fue un hombre muy gentil y afable, decidido y valiente.  Realmente a la mujer le gusta un hombre alto con los brazos fuertes pero que la aprecie por lo que ella es.  Dios nos ha dado la responsabilidad de ser la cabeza de la familia pero eso también significa que debemos de preocuparnos del resto del cuerpo.  Nunca olvidemos que los principios de sensibilidad, honra y respeto son tremendamente importantes en el trato con nuestras esposas e hijas. Cristo se entregó a sí mismo por la iglesia, ¿estamos nosotros dispuestos a hacer lo mismo por nuestras esposas?

Hay un componente psicofísico en las mujeres que la mayoría de las veces nos pasa desapercibido para los hombres y este es la fluctuación de las hormonas que puede desequilibrar sus emociones, es necesario que el hombre sea comprensible y sepa ayudarla.  Una mujer puede ser alegre y apenas unas horas después aparecer depresiva.  Los hombres podemos pensar: «¡¡Eso es inmadurez!!, ¡¡¿Por qué tengo que soportar esto?»!!, «¿Será que tiene dolor de cabeza?»  Cuando hablamos así, nuestras palabras pueden causar un profundo e hiriente efecto.

La responsabilidad comienza por el hombre, cuando Eva pecó Dios no se dirigió a ella sino a Adán.  La Biblia nos dice «maridos amad a vuestras esposas». Dios pone la responsabilidad en el hombre en primer lugar.

Las mujeres se retraen y dudan en expresar sus opiniones o participar en una conversación en presencia de los hombres si no están realmente seguras de lo que van a decir, de cual va a ser su papel o de cómo serán tratadas.  Por eso no hablan mucho en presencia de los hombres, —mujeres por un lado y hombres por otro—   Los hombres podríamos aprender mucho, atrayéndolas y animándolas, ayudándolas en las facetas en las que son de mucho valor.  Dios nos dio capacidad para revolucionar la opinión de las mujeres elevándolas al nivel que Dios desea que estén.

Las mujeres luchan por demostrar que son iguales a los hombres, especialmente en los países nórdicos y Canadá, tratando de trabajar en trabajos tan duros como los del hombre, pero ese concepto es errado, la propia estructura orgánica muestra que somos diferentes.  ¿Por qué están ellas desempeñando la labor de los hombres?  Es porque sus necesidades están siendo ignoradas.  Si la cabeza estuviera pensando correctamente percibiría que la mujer necesita mucho más de lo que le está dando.  Tal vez la necesidad sea de estabilidad, seguridad etc.  El hecho de que tengamos que tratar a la mujer como un vaso más frágil no quiere decir que tenemos que considerarla incompetente, o limitada en sus capacidades de raciocinio, de pensar o de tomar decisiones.  Las mujeres son muy despiertas y agradecidas.  Generalmente saben agradecer mejor que los hombres.  Ellas aprenden con los hijos a apreciar reacciones y comportamientos, saben como percibir el engaño y la verdad. 

Dios hizo la mujer para el hombre y ella debe ser honrada por el desempeño de su papel. 

LIBERTAD Y ESPACIO PARA CRECER COMO PERSONAS.- Una esposa no debe ser intimidada para conformarse a los ideales, opiniones y valores de su marido.  Sabemos que no hay dos personas iguales y que se necesita un cierto espacio para crecer y para poderse desenvolver en la forma que Dios quiere.  El marido amoroso y cuidadoso hará lo que sea para que su esposa tenga eso.

Estoy hablando de madurez y crecimiento en conjunto, considerando las diferencias entre la mujer y el hombre. 

“No es verdad eso de que el hombre y el oso cuanto más feo más hermoso”. A la mujer le gusta un hombre limpio y aseadoy el hombre no debe olvidarse de ello.  Por ejemplo, a las mujeres les gustan las macetas de flores.- A los hombres, en general, no nos interesamos por eso.  La cabeza del hombre está en los grandes problemas.  Ya desde pequeños nos dicen que lo que tenemos que hacer es matar al dragón y a los ratones.  Una mujer es diferente, cuando el hombre se interesa por los pasatiempos de la mujer le está ayudando a desenvolverse.

La sociedad misma no valora el trabajo que la mujer hace en casa, pero este trabajo no debe pasar desapercibido para su esposo, debemos de apreciarlo, y no solo eso, sino que habrá muchos momentos en los que podamos compartir los quehaceres domésticos.  Dios nos dio la autoridad y más fuerza para ayudar y servir, ninguna esposa debería de tener que implorar ayuda de su marido. 

Nuestra falta de atención hacía sus necesidades puede llevarlas a llorar, gritar, e incluso a la histeria. No permitamos que se enciendan esos semáforos rojos. Debemos de animar a las mujeres cuando están deprimidas, así les manifestaremos nuestro aprecio.

Aquí está la opinión de una mujer: «Es importante para una mujer saber que el hombre está consciente de sus diferencias físicas, mentales y emocionales, no censurándola por lo que él pueda ver como flaquezas.  Debe de estar consciente de las palabras que emplea cuando ella está sensible y frágil. Lo ideal es que el debe ser muy consciente de las diferencias y cambios de la mujer»

¿Por qué será que los hombres no somos todo lo sensibles que debiéramos?  Para el hombre su trabajo es una gran parte de su identidad, la mujer la encuentra, principalmente en su esposo y en su familia. El hombre piensa que es él el que soporta las grandes responsabilidades de la vida.  Los hombres piensan en una cosa cada vez, pero las mujeres pueden estar pensando en varias al mismo tiempo.  Cuando la mujer deja el trabajo puede estar pensando en varias responsabilidades de la casa.  El hombre no necesita preocuparse de esas cosas ya que cómodamente sabe que gran parte de esas cosas están siendo hechas por su esposa.

El hombre tiene que estar preocupándose por lo que pasa en la cabeza de su esposa.  La mujer necesita al hombre para posar su cabeza cuando ella está emocionada.  Adán no supo cumplir esa responsabilidad ya que no era consciente de lo que estaba ocurriendo con Eva, tanto que el adversario aprovechó la situación para seducirla con malos pensamientos.

Una mujer necesita estar íntimamente ligada a su marido, participando de sus opiniones, pensamientos, planes, temores y ansiedades. Al hombre le gusta el riesgo, a la mujer le gusta la seguridad, quiere ser protegida contra las incertidumbres y conflictos del mundo exterior, quiere que el esposo sea su campeón y su héroe.  Precisa de él. 

2ª. la de la Aceptación- Cuando los hombres se miran en el espejo por las mañanas aceptan aquello que el espejo les muestra.  Hay fallos e imperfecciones, no condenamos y queremos ser justificados de nuestras flaquezas.  Las mujeres también necesitan recibir el mismo tratamiento, de aceptación.  Ellas necesitan saber que a pesar de su fallas físicas o mentales les damos atención, las amamos y las respetamos por lo que ellas representan y son.  Ellas son seres excepcionales tales como tú y yo. 

La aceptación significa que a pesar de los posibles defectos y fallos, tienen la misma honra y dignidad que tú deseas para ti. Esa aceptación tiene que ver con los sentimientos, le das la satisfacción y mérito de sentirse amada y que posee valores especiales.  ¿Aceptas y amas a tu esposa como un valor especial que Dios le dio? ¿La estimulas y animas para que alcance las estrellas y lo mejor de su vida y sienta el crecimiento y desenvolvimiento espiritual?  ¿Reconoces su esfuerzo y realizaciones en sus tareas?  Después de haberlo hecho hazle saber donde precisa mejorar.  Destaca su capacidad mostrando que estás atento a lo que ella está haciendo. Acepta la realidad de su esfuerzo.

Todo hombre seguro, y verdadero líder, transmite cuidado y afecto que motiva y fortalece a la familia. Los hombres son fuertes y estables. Tienen que ser maduros para ofrecer seguridad.  Las mujeres tienen la necesidad de ver esa imagen en el hombre para que pueda gustarle, honrarle y admirarle.

Estoy hablando de una aceptación total que debe ser completa e incondicional. Dios nos aceptó, Cristo nos aceptó.  Las mujeres necesitan sentir aceptación y no reprobación o juicio, menosprecios o comentarios. I Corintios 1:27 “Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”. No somos aceptados por Dios para que nos quedemos en el estado en el que estamos, sino para crecer y cambiar.  Tenemos que tener la misma forma de pensar y actuar con las mujeres.

Si fueron maltratadas, física o mentalmente o de cualquier otra forma, tenemos que ser líderes cariñosos, comprensivos, y seguros para poder ayudarlas a superar las dificultades a través de sus vidas.  Debemos de aceptarlas como son, las debemos de ayudar a que sean amables, gentiles para que puedan superar esas situaciones.  Corta de raíz comentarios como este: «A mi me gustaría que fuese como esta o aquella»; «O que hicieses esto o aquello como aquella lo hace». Una mujer que no es aceptada por su esposo, será reticente al cambio, pero al aceptarla se transformará mágicamente.

Ser la cabeza del hogar no te da derecho a estar acertado siempre, el hombre como la mujer se equivocan. Aceptarlo muestra capacidad de liderazgo.  No esperemos que las mujeres pongan sus ilusiones al margen. Se sienten heridas y pueden llorar cuando no se las aprecia, cuando no se las acepta, o no se las escucha.

Una mujer precisa saber que es aceptada por su marido como una persona inteligente, organizada y valorada por su contribución. Ella quiere estar con él cuando se toman decisiones.  Se sienten no valoradas e ignoradas cuando su contribución no es respetada como significativa y valiosa. Los hombres que tienen una perspectiva adecuada de su liderazgo destacan la aportación de sus esposas. Eso la motiva a esforzarse y superarse.

Aquí hay otro comentario de las mujeres: «A veces pienso que las personas me juzgan por mi apariencia antes de que puedan saber lo que siento y lo que pienso. Sin respeto al conocimiento de lo que yo pasé, hay personas que me clasifican como buena o mala.  Quiero ser aceptada por alguien que sepa como soy realmente, con todas mis flaquezas y defectos aceptándome incondicionalmente». No deberíamos de tener actitudes de ser superiores o inferiores.  Somos una unidad, una familia. Tenemos que superar los condicionamientos del mundo. Los cristianos tenemos que ser agentes modificadores de los planteamientos sociales errados. Así tenemos a Jesús hablando con la mujer samaritana.

3ª. La Atención Escuchar con toda nuestra atención. Escuchar significa mirar a los ojos quitándose de delante el periódico. Escuchar es una parte significativa de todo esto. Más de un millar de detalles conforman cada día de nuestra vida. Tendríamos que tomar la decisión de pensar primeramente en las necesidades de la mujer, en lo que ella espera del hombre. Que vele por su seguridad, su protección y su bienestar. Abrir la puerta para las damas, en el coche, en la casa, es una forma de mostrar atención, tenemos que pensarlo antes que se convierta en un hábito.

Dar atención es otra forma de mostrar amor al prójimo, Filipenses 2:3 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. Dios le dio Eva a Adán, una mujer verdaderamente hermosa, pero parece ser que Adán dejó de prestarle atención y ella se empezó a sentir interesada en otras cosas, en la serpiente.  La atención es una forma de decirle a la esposa que se le tiene en cuenta y que sus sentimientos están siendo considerados. Es una de las demostraciones más poderosas de liderazgo masculino.

¿Cómo fue Jesucristo? Estable, firme, maduro y controlado, gentil, consistente y sensible.  ¿Somos conscientes de que los hombres debemos de ser así?

  – Decid a vuestras hijas que están bonitas cuando van a la escuela.  Comparte las tareas del hogar con tu esposa.

4ª. El Reconocimiento- Esto es muy importante, si el hombre tuviera que pagar a su esposa un salario mínimo por todas la tareas que ella hace, el salario medio semanal de él probablemente no pagaría ni la mitad del trabajo de ella.  Un artículo dice que la mujer ganaría más 35.000 euros al año por todos los deberes de madre y esposa.  Pero la cosa más importante y más barata que ella exige por todo ello es RECONOCIMIENTO.  Los hombres también precisamos de eso, pero la mujer principalmente necesita del reconocimiento del marido.  Podrá no decirlo, pero en lo íntimo de ella será un signo de que su trabajo no está considerado como una obligación, sino que es reconocido su esfuerzo y dedicación.  Será un fuerte estímulo e incentivo para que continúe haciendo ese trabajo sumamente repetitivo con alegría y sentido de realización.

Esta necesidad que Dios puso en todas las mujeres sin excepción, el reconocimiento, es muy importante.  Proverbios 31:28 muestra como debemos de mostrar reconocimiento. «Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba,».

Podemos dar un paseo con ella para hablar.  Hacer una merienda en el campo para compartir tiempo y pensamientos. A toda mujer le gusta de esto. Todos nosotros necesitamos agradecimiento y reconocimiento, son artes perdidas que necesitamos recuperar dentro del pueblo de Dios. 

El reconocimiento puede comunicarse de muchas formas, un simple GRACIAS significa mucho. Un comentario específico. Una sorpresa agradable. Unas flores. Todo esto va a comunicarle APRECIACION, ACEPTACION Y ATENCION.  Las mujeres necesitan de RECONOCIMIENTO.

Agradecer diariamente es un mandamiento de Dios.  La Biblia dice que en cada oración debemos de dar gracias.  Muchas mujeres abandonan carreras interesantes para criar y educar a sus hijos. Al contrario que con un empleo fuera del hogar no existe compensación financiera para ese arduo trabajo que ellas ejecutan día tras día.  La mujer precisa de la confirmación verbal de que es TU ESPECIAL TESORO.  Es necesario darle a saber que somos conscientes de los sacrificios que hace, que su aportación a la familia es tremendamente valiosa y que  la quieres a tu lado para el resto de tu vida. Cristo aprecia y ama a la Iglesia, Él la corrige gentilmente, con seguridad y gran paciencia.  Nosotros los hombres necesitamos las lecciones de su ejemplo.  Nunca olvidemos que Dios hizo a la mujer como la compañera ideal para el hombre y viceversa.

Una de las razones por la que las mujeres se preocupan tanto del vestuario es porque muestra lo que ellas son.  La apariencia es importante porque muestra el modo cómo son y cómo piensan.  Desean aparecer hermosas para sus maridos, y sentir confianza de sí mismas.

5ª. Afecto- Para la mayoría de las mujeres sentir el afecto es la más necesaria de las emociones.  El tipo de afecto que una esposa necesita es ser besada y saber que es amada, estar cerca del marido en un abrazo romántico, para ella es como estar próxima al paraíso.  Y muy importante para ella es ser acogida, esto le da una profunda sensación de seguridad haciéndola sentirse especial, deseada y parte estimable de la vida de su marido.  Al hombre le fue dada la habilidad de abrazar y consolar. 

El afecto es la necesidad femenina de atención y amor del hombre.  Ella necesita compañía e intimidad con él.  Un libro dice:»Yo se que él me ama, pero no me siento amada«.  El Cántico de Salomón es una buena muestra de como el marido expresa el amor por su esposa.  

Las mujeres quieren que los hombres sean genuinos y verdaderos hasta la médula.

Pon estos puntos en acción y verás los resultados en tu familia.  Todos los hombres deberíamos de reflejar APRECIO, ACEPTACION, ATENCION, RECONOCIMIENTO Y AFECTO. Estos son los sentimientos más importantes en nuestra relación con las mujeres.  Son significativos en la Iglesia de Dios como familia.

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